Desde el 20 de mayo de 2025 está en vigor una importante reforma del Reglamento de Extranjería en España. Entre las novedades que trae el Real Decreto 1155/2024, destaca la incorporación de una figura innovadora: el arraigo de segunda oportunidad. Esta medida está pensada para quienes ya tuvieron residencia legal en el país y, por distintas razones, la perdieron.
¿En qué consiste esta nueva modalidad?
El arraigo de segunda oportunidad permite a personas extranjeras que anteriormente contaron con una autorización de residencia en España, pero que actualmente se encuentran en situación irregular, solicitar un nuevo permiso sin necesidad de cumplir el largo plazo de permanencia exigido en otras figuras como el arraigo social.
En otras palabras, es una forma de volver a estar en regla, sin tener que esperar varios años ni empezar el proceso desde cero.
¿Quiénes pueden beneficiarse?
· Personas que hayan tenido un permiso de residencia (por trabajo, estudios, reagrupación, etc.).
· Aquellas que, por motivos como la pérdida del empleo, la imposibilidad de renovar o situaciones personales difíciles, dejaron de estar en situación regular.
· Quienes puedan demostrar que han seguido viviendo en España de forma continuada, incluso sin autorización vigente.
· Siempre que no existan antecedentes penales y se cumplan los requisitos generales de integración.
¿Por qué es relevante?
Esta figura reconoce la trayectoria previa del solicitante y su vínculo con la sociedad española. Hasta ahora, quienes perdían su permiso debían iniciar de nuevo todo el proceso, lo que muchas veces significaba años de espera en situación irregular. Con esta reforma, se abre la posibilidad de retomar la legalidad de manera más ágil y justa.
Además, ayuda a reducir la exclusión social y fomenta la estabilidad de personas que ya han demostrado su voluntad de integrarse.
Desafíos y consideraciones
· Será necesario acreditar la estancia continuada en el país, aunque sin residencia legal.
· Las condiciones y criterios podrían variar según cada Oficina de Extranjería, por lo que contar con asesoramiento especializado es clave.
· Aún hay poca información pública y muchas personas que podrían acogerse a esta figura no la conocen.
El arraigo de segunda oportunidad es una medida que apuesta por la inclusión. Reconoce que las circunstancias personales pueden cambiar y que es razonable ofrecer alternativas para regularizarse a quienes ya formaron parte legalmente de la sociedad.
Este cambio supone un paso importante hacia una extranjería más flexible y humana, donde recuperar derechos no sea imposible y donde se valore la trayectoria y el arraigo real por encima de los trámites perdidos.