Comprar por internet se ha convertido en una actividad cotidiana para millones de personas. Desde la comodidad del sofá podemos adquirir ropa, tecnología, billetes de avión o incluso hacer la compra semanal. Sin embargo, junto con la expansión del comercio electrónico, han aumentado de forma alarmante los fraudes y estafas online. Tiendas falsas, vendedores que desaparecen después del pago, productos que nunca llegan o que no tienen nada que ver con lo anunciado… La casuística es tan variada como creativa la imaginación de los estafadores.
La buena noticia es que, en la mayoría de los casos, sí existen vías para reclamar y recuperar el dinero, siempre que se actúe con rapidez, se conserven las pruebas y se sigan los procedimientos adecuados.
En España, el artículo 248 del Código Penal define la estafa como la acción de engañar a otra persona, con ánimo de lucro, induciéndola a realizar un acto de disposición patrimonial en su perjuicio o en el de un tercero. Este precepto incluye expresamente las estafas cometidas a través de medios informáticos o telemáticos, lo que abarca desde páginas web fraudulentas hasta anuncios falsos en redes sociales o plataformas de compraventa.
Dependiendo de la cuantía y de las circunstancias, las penas pueden ir desde multas hasta varios años de prisión. Además, cuando se comete de forma masiva o organizada —por ejemplo, a través de una red internacional—, las sanciones son más graves.
El momento en que te das cuenta de que has sido víctima de un fraude es crítico. Cada hora que pasa puede dificultar la recuperación del dinero. Los pasos iniciales son:
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Conservar todas las pruebas: guarda capturas de pantalla de la página web, anuncios, mensajes de chat, correos electrónicos y justificantes de pago.
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Certificar la información: plataformas como SaveTheProof, actas notariales o incluso la intervención de un perito informático pueden garantizar la autenticidad e integridad de la evidencia.
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Contactar con el banco o la entidad de pago: si pagaste con tarjeta, solicita inmediatamente el retroceso del cargo (chargeback). En pagos vía PayPal u otras pasarelas, inicia el procedimiento de reclamación.
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Evitar la negociación directa con el estafador: muchas veces, los delincuentes aprovechan el contacto para ganar tiempo, borrar pruebas o desactivar cuentas.
En función del caso, puedes reclamar por la vía penal, civil o de consumo:
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Vía penal: presentación de denuncia ante Policía Nacional, Guardia Civil o Juzgado de Guardia, aportando todas las pruebas recopiladas. Es la vía más adecuada cuando hay un delito de estafa claro y una cuantía relevante.
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Vía civil/consumo: reclamación directa al vendedor (si es localizable y tiene actividad legal) o a la plataforma de pago. También se puede acudir a la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC) o a la Junta Arbitral de Consumo, especialmente si se trata de empresas registradas en España o la UE.
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Banca y métodos de pago: si la compra se hizo con tarjeta, el chargeback es una herramienta muy útil siempre que se solicite en plazo. PayPal, por su parte, ofrece su propio sistema de protección al comprador.
En un caso reciente, varios consumidores compraron productos electrónicos a través de una web que imitaba a una conocida tienda oficial. Aquellos que detectaron el fraude en las primeras 48 horas y pidieron el chargeback a su banco recuperaron el importe íntegro en menos de dos semanas. Sin embargo, otros compradores que esperaron más de un mes encontraron obstáculos legales y técnicos que complicaron la devolución.
En otro caso, una víctima de una estafa en una plataforma de segunda mano pudo recuperar su dinero gracias a que certificó la conversación de WhatsApp con el vendedor y presentó la denuncia en menos de 24 horas, lo que permitió a las autoridades bloquear la cuenta bancaria utilizada para recibir los pagos.
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Verifica la reputación del vendedor: busca reseñas en Google, foros y redes sociales.
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Desconfía de precios demasiado bajos: es una de las señales más comunes de fraude.
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Usa métodos de pago seguros: evita transferencias directas a desconocidos.
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Actúa rápido ante cualquier sospecha: cuanto antes se denuncie, más fácil será rastrear el dinero.
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Consulta siempre con un abogado: la orientación jurídica desde el inicio puede marcar la diferencia entre recuperar el importe o perderlo definitivamente.
Si sospechas que has sido víctima de una estafa en internet, no esperes. Cada día que pasa, las posibilidades de recuperar tu dinero disminuyen. Actúa ahora, conserva todas las pruebas y busca asesoramiento legal inmediato.